miércoles, 14 de abril de 2010

... como si viera a Dios sin verlo

Cierra los ojos. Todo oscuro. Silencio. Un sordo sonido hueco. Explota un sentimiento y se hace la luz y el escenario a un tiempo. De frente y desde mi asiento, presiento un aliento, asiento al destello ciego abriendo los ojos con fé y como si viera a Dios sin verlo algo se mueve dentro, bailan las emociones en la verbena del tiempo.

¡Que nos hacemos mayores! dicen los agoreros... pero hoy me siento tan joven y sopla un aire tan fresco... tan niña, tan nueva, con tanta ilusión en mi cuerpo que podría pasar otra vez todos los malos momentos, sobrevivir a los trágicos encuentros y desencuentros, que reviviría la vida para volver a sentir lo que siento. Desde la butaca disfruto y por fin la vida es sueño. He encontrado el sentido donde lo perdí hace tiempo y el corazón se me mueve, sin más muros, latiendo... He llorado, he reído, he sentido en un momento... Y ahora no hay más opción, no me queda más remedio que levantarme despacio y segura de este asiento, mirar al frente a ese foco, a esa luz en el silencio y aplaudir a la vida, a su trama y argumento.

Lejos de ser el final, hoy empieza la función... hoy la vida es para mí mi mejor actuación, no sé qué obtendré al fin, si orgullo o decepción pero hoy piso las tablas con más fuerza, con valor. Hoy se encendió la luz y sólo con ver desde esta ciega visión, sentir que aún hay algo dentro, nuevas vidas, sueños nuevos y por fin alzar el telón, ya conseguí dar el paso de dejar atrás los fracasos y rendirme a la ovación :)

(A Emmita, que siempre me recordará que a veces las cosas salen bien. Ovación de ovaciones de la vida y a la vida)

martes, 14 de julio de 2009

Contra los elementos...

Cuando la vida es camino, y jodida y radiante es un estado habitual… me duele respirar y aun así: “Respira”… a veces profundo para sentir el dolor, para sentirme viva…Porque decía aquella frase que no paro de recordar que “el dolor nos hace saber que estamos vivos”…

¿Dónde irá el dolor cuando se acabe el suplicio? Será una energía perdida, un superfluo suspiro… Un sinsentido que ha sido sentido de más… un castigo. Es difícil afrontar que uno sufre por vicio y que aun cuando se abren las puertas de la prisión del recuerdo los presos dudan si salir o si quedarse allí dentro…

A ver quién da el paso y quién barre el recuerdo… no hay mucho que limpiar en una celda perfecta, yo podría quitar las rejas y tú abrir un ventanal, donde poder respirar el mismo aire juntos. Hacer de tu cárcel tu hogar y yo hacer con mi dolor un canuto… y fumar, y reir y jugarle en modo cooperativo al mundo.

Mientras tanto haremos el tonto y fingiremos poner los barrotes… perderemos un poquito el tiempo, disimularemos no compartir más cigarros, perderemos la ilusión así como la recuperamos… Negaré tres veces tu nombre por cada vez que tú me has negado. Jugaremos la misma partida pero cada cual en su lado, matando los mismos fantasmas… tus fantasmas del pasado.

¿Por qué seguimos intentando matar algo que ya ha muerto? ¿Será porque aun está vivo? ¿Será que algo queda ahí dentro? Puede ser que todo sea pasado y que sólo sea un reflejo en el tiempo… pero puede ser que lo que creíamos muerto y firmamos los dos como errado, a lo que le tomamos el pulso y yacía en aquel coche helado… a fuerza de tanto matarlo, creo que ha resucitado.

Si quieres seguir con la venda en tus ojos cansados… asqueados de un mundo que se te ha rebelado… tejeré cada semana una tela que no te deje añorar mis abrazos, que no te deje dudar un segundo, que te haga olvidar que te amo. Porque sé que no soportas dudar, ni dar pasos el falso… Me retiraré y seré el combatiente olvidado, el que luchó por tus metas y celebró tus victorias… el que quedó en el camino y no le dieron la gloria. El soldado que también ha hecho que ganáramos miles de guerras… el que fue enterrado cuando se conquistó esta tierra. Yo me doy por satisfecha… pero cuando la lluvia que cae hace las veces de riego y tú vas a pasear por los caminos que siembro a veces pongo los barrotes para no ver el firmamento… miedo a resucitar, ese es el miedo que tengo… luchamos contra natura, contra todos los elementos… radiantemente jodida, así es como me encuentro. Pero mira, si quieres la venda, yo, tío, te la vendo.

martes, 16 de junio de 2009

Y me río...

El mundo se destroza, se convierte en pedacitos... en gotas de hielo frío... y en la esquina... me río. Entre dos muros de piedra que buscan el desafío, donde apoyo mi cabeza... miro al resto y me río. Una brecha se abre hiriente, en la tierra hace camino... para apenas en mis plantas, sopla el viento y ... La tormenta se abalanza, el viento se hace sonido, el rumor levanta el miedo... dudo un poco... y me río. Estallido de relámpagos, estruendo, fuego, gritos... el viento me zarandea... y la risa es mi testigo.

Allá donde la vista no alcanza, alguien lanza el desafío... Yo no temo, ni hay lamento, ni conciencia, ni enemigos... y aunque busque la manera de salir de este martirio no dudeis ni un segundo, siempre he sobrevivido. Que aun cuando ninguno por "la China" daba un duro, cuentos chinos os contaba... y nunca visteis el truco. Y aquí sigo en mi rincón, mientras caen trozos de mundo, tengo suerte de tener mala suerte en el destino... que se empeña en golpearme, en romperme mis sentidos... y por mucho que lo intenta ni despeina mi flequillo. Cómo no voy a reir! Vosotros haríais lo mismo... si la duda os acechara, como a mí, algún momento, de esos que clavas la espada y la rodilla en el suelo... y dices: Que la tormenta me lleve, que me quiero morir dentro... Y la tormenta se acerca, y me envuelve, ya no siento... pero lejos de marcar mi final... aun me hace más eterno. Cómo no voy reir! si me puede mi lamento y mi canto desgarrado es la alegría que cuento.

Cuando habitas en la tierra viviendo en el infierno, cualquier luz de las hogueras se hace luz de salvamento. Qué risa más desgastada la risa de los enfermos, esos que no ven motivos... risa de último esfuerzo. Pero entre esta tormenta, estas llagas y este cuerpo algo parece que nace... una flor en el desierto. Una rosa, sin espinas... bastante duele el averno... la única luz colorida, de esta arena y este fuego. Aquí a mi lado ha nacido... y aquí también se va muriendo. A la espera de que pase alma con traje de cuerpo, para que "la China" le venda el brote más esperpéntico: una vida que nace entre la muerte muriendo. Que se la lleve y que deje un duro en mi sombrero, el único duro que han dado por "la China" en este tiempo... Y si consigue salir y llevarla a buen destino habrá valido la pena sobrevivir al castigo... y si no llega a buen puerto? y si se muere de frío? Más quisiera morir yo algunos momentos esquivos!

Aquí quedo en mi rincón hasta que gane el destino... mientras escribo los versos miro al frente y me río.

martes, 3 de febrero de 2009

Recuerdos

Aquellos momentos que te han dejado sin respiración... tiempo después son los que te dan aire:

Y por unos segundos volvimos a esos veranos, y por unos segundos... inspiramos.... espiramos... sonreimos... no pensamos...

Salimos de nuestros cuerpos, volamos... nos despedimos de las cadenas, nos desatamos...

Y cuando por fin volvemos, cuando por fin despertamos, por una vez en la vida no caemos, nos posamos.