martes, 16 de junio de 2009

Y me río...

El mundo se destroza, se convierte en pedacitos... en gotas de hielo frío... y en la esquina... me río. Entre dos muros de piedra que buscan el desafío, donde apoyo mi cabeza... miro al resto y me río. Una brecha se abre hiriente, en la tierra hace camino... para apenas en mis plantas, sopla el viento y ... La tormenta se abalanza, el viento se hace sonido, el rumor levanta el miedo... dudo un poco... y me río. Estallido de relámpagos, estruendo, fuego, gritos... el viento me zarandea... y la risa es mi testigo.

Allá donde la vista no alcanza, alguien lanza el desafío... Yo no temo, ni hay lamento, ni conciencia, ni enemigos... y aunque busque la manera de salir de este martirio no dudeis ni un segundo, siempre he sobrevivido. Que aun cuando ninguno por "la China" daba un duro, cuentos chinos os contaba... y nunca visteis el truco. Y aquí sigo en mi rincón, mientras caen trozos de mundo, tengo suerte de tener mala suerte en el destino... que se empeña en golpearme, en romperme mis sentidos... y por mucho que lo intenta ni despeina mi flequillo. Cómo no voy a reir! Vosotros haríais lo mismo... si la duda os acechara, como a mí, algún momento, de esos que clavas la espada y la rodilla en el suelo... y dices: Que la tormenta me lleve, que me quiero morir dentro... Y la tormenta se acerca, y me envuelve, ya no siento... pero lejos de marcar mi final... aun me hace más eterno. Cómo no voy reir! si me puede mi lamento y mi canto desgarrado es la alegría que cuento.

Cuando habitas en la tierra viviendo en el infierno, cualquier luz de las hogueras se hace luz de salvamento. Qué risa más desgastada la risa de los enfermos, esos que no ven motivos... risa de último esfuerzo. Pero entre esta tormenta, estas llagas y este cuerpo algo parece que nace... una flor en el desierto. Una rosa, sin espinas... bastante duele el averno... la única luz colorida, de esta arena y este fuego. Aquí a mi lado ha nacido... y aquí también se va muriendo. A la espera de que pase alma con traje de cuerpo, para que "la China" le venda el brote más esperpéntico: una vida que nace entre la muerte muriendo. Que se la lleve y que deje un duro en mi sombrero, el único duro que han dado por "la China" en este tiempo... Y si consigue salir y llevarla a buen destino habrá valido la pena sobrevivir al castigo... y si no llega a buen puerto? y si se muere de frío? Más quisiera morir yo algunos momentos esquivos!

Aquí quedo en mi rincón hasta que gane el destino... mientras escribo los versos miro al frente y me río.

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